Enero17

lunes, 31 de diciembre de 2012

INTERPRETACIÓN DE SUEÑOS


La interpretación de los sueños, requiere que la persona que desea saber su significado sea muy clara en detalles, respecto a   lo que soñó. 
Tu puedes consultar en este espacio, en Comentarios abajo de esta columna, describe tu sueño, déjanos tu dirección de correo y a la brevedad te responderemos. 
Deja tu primer nombre y primer apellido, tu edad, y describe tu sueño, trata de brindar la mayor cantidad de detalles que recuerdes. 
Este servicio es gratuito, tenemos la capacidad para hacerlo y no se cobra por ello. 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

LAS MENTIRAS Y SUS CONSECUENCIAS




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Una Calabaza de 2 kilos




Un hombre entró en una verdulería.
Vio una linda calabaza naranja y, dirigiéndose al verdulero, le dijo:
- Tengo esta noche en casa una cena para unos amigos y necesito una calabaza como la que tenés en el cajón.
- ¿Cuánto pesa?
El verdulero repuso:
- 1 kilo, señor.
El cliente meció ligeramente la cabeza en un gesto dubitativo y dijo:
- Éste no me alcanza entonces.
- Sin duda, necesito uno más grande.
Era la única calabaza que quedaba en la tienda. El resto de las calabazas se habían vendido. El verdulero, empero, no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión. Tomó la calabaza y se retiró a la trastienda, mientras iba explicando al cliente:
- No se preocupe, señor, enseguida le traeré una calabaza mayor.
Permaneció unos segundos en la trastienda. Acto seguido apareció con la misma calabaza entre las manos, y dijo:
- Ésta es mayor, señor.
- Espero que sea de su agrado.
- ¿Cuánto pesa éste? – preguntó el cliente.
- 2 kilos – contestó el verdulero sin dudarlo un instante.
Y entonces el cliente dijo:
- Bueno, me quedo con las dos.
———-
Si nos mostramos tal como somos, seremos congruentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos.
A veces la mentira nos puede salir mal y así, herir a quienes confiaron en nosotros.
Cuando hay lazos afectivos, la mentira puede dañar mucho y por mucho tiempo. Cuando no los hay, puede ocacionar la difamación sobre quienes somos en verdad.
El único juez es el juez interno.

Tomado de Infobae.com.ar




LAS MEJORES FRASES METAFÍSICAS


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Conny Méndez, fue pionera en enseñar metafísica. Estas son algunas de sus enseñanzas más importantes:
Aprende la Gran Verdad: LO QUE TÚ PIENSAS SE MANIFIESTA
CADA PALABRA QUE PRONUNCIAS ES UN DECRETO. Positivo o negativo. Si es positivo se te manifiesta en bien. Si es negativo se te manifiesta en mal, si es contra el prójimo es lo mismo que si lo estuvieras decretando contra ti. SE TE DEVUELVE. Si es bondadoso y comprensivo hacia el prójimo, recibirás bondad y comprensión de los demás hacia ti.
Cuando estés con otras personas y se den conversaciones negativas piensa: NO LO ACEPTO NI PARA MI NI PARA ELLOS.
Para borrar el resentimiento y rencor debes pensar en momentos buenos con esa persona 70 veces 7.
Yo soy inteligente, con la inteligencia de Dios mismo, ya que soy creado de la esencia misma del Creador, por la inteligencia, con la inteligencia y de la inteligencia de Dios.
Yo no tengo miedo. No quiero el temor. Dios es amor y en toda la creación no hay nada a que tema. Yo tengo fe. Quiero sentir fe.
Cada vez que oímos o leemos algo nuevo, desconocido para nosotros, se desperezan células que estaban dormidas en nuestro cerebro.
La segunda vez que tropezamos con aquella idea nueva la comprendemos un poquito mejor.
Las células movidas comienzan a trabajar la idea, y al poco tiempo “se hace la luz” en nuestra mente, o sea, que aceptamos la idea,
la adoptamos y la ponemos en práctica automáticamente.
Antes de emprender cualquier oficio que sea, el candidato que lo va a desempeñar recibe instrucciones o estudia la técnica del mismo.
Sin embargo hay uno que emprende su comentido totalmente a ciegas, sin instrucciones, sin técnica, sin brújula, compás o diseño, sin nociones de lo que va a encontrar.
Es el ser humano; que es lanzado a la tarea de VIVIR.

CUALQUIER COSA QUE ESTÉS MANIFESTANDO; QUE TE ESTÉ OCURRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, O QUE TÚ MISMO ESTÉS HACIENDO O SUFRIENDO CONTRARIA A LA ARMONÍA PERFECTA, SE DEBE A UNA CREENCIA ERRADA QUE TÚ CREASTE, YA LO SABES, Y QUE POR REFLEJO ESTÁS LANZANDO HACIA AFUERA Y ATRAYENDO SU IGUAL, DEL EXTERIOR. NO TIENE NADA QUE VER CON TU YO SUPERIOR. ÉSTE CONTINÚA PERFECTO. SUS CONDICIONES Y SU SITUACIÓN SON PERFECTAS.

DECLARO que la verdad de este problema es armonía, amor, inteligencia, justicia, abundancia, vida, salud, cualquiera sea lo opuesto a la condición negativa que se está manifestando en este momento… GRACIAS PADRE QUE ME HAS OIDO.

Afirmaciones para distintas ocasiones

FRENTE A UNA ENFERMEDAD PROPIA O AJENA:
Niego la apariencia de toda afección física. No la acepto ni para mí ni para nadie. La única verdad radica en el espíritu y todo lo inferior se amolda a mi palabra, al yo reconocer la Verdad. En nombre de Jesucristo que nos autorizó, decreto que yo y todos somos Vida. La Vida es salud, fuerza y alegría. Gracias Padre que me has oído.

FRENTE A TODO TEMOR (PROPIO O AJENO):
Niego el temor. Dios no creó el temor, luego no tiene otra existencia que la que yo le quiera dar, y yo no acepto, no deseo más esta apariencia creada por mí. Suelto y dejo ir toda sombra de temor en mí (o en tí). Juan Apóstol dijo: “el amor desarraiga todo temor”. Dios es amor, yo soy su hijo, soy hecho en, por y de amor. Esta es la Verdad. Gracias Padre.

FRENTE A TODA TRISTEZA (PROPIA O AJENA):
Niego la propia existencia de esta tristeza (pena o depresión) Dios no la autoriza. Borro en mí toda tendencia a la negatividad. No la necesito. No la acepto. Dios es dicha, gozo, alegría. Yo soy dicha, gozo, alegría. Gracias Padre por… (Comienza a enumerar todo lo que tengas, hasta lo más insignificante).

LO IMPORTANTE ES MANTENERSE EN EL ÁNIMO QUE EXPRESA LA ORACIÓN. SI DESPUÉS DE AFIRMAR TE DEJAS REGRESAR AL POLO NEGATIVO, DESTRUYES EL EFECTO DE LA ORACIÓN. CUIDA TUS PENSAMIENTOS. CUIDA TUS PALABRAS. NO TE DEJES ARRASTRAR POR LO QUE EXPRESEN OTROS. RECUERDA QUE ELLOS IGNORAN LO QUE TÚ YA VAS CONOCIENDO.

Fuente: Infobae.com.ar



jueves, 29 de noviembre de 2012

Acompañando el dolor.



Hace unos días leí una pequeña historia que hablaba de la importancia, a veces, de estar junto a una persona que sufre algún dolor, solo con el corazón…

Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital… sus
pacientes eran adolescentes… Cierto día le derivaron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato… Cuando era muy pequeño, su padre murió… Vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año… a los 13 muere su abuelo, y tres meses después muere su madre en un accidente…

Solo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes….sin hablar… Estaba pálido y nervioso…

Este médico no podía hacerlo hablar… comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse…y él… por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó por sentarse y observarlo en silencio….acompañando su dolor….

Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: “Ven la semana próxima si gustas….duele, ¿verdad?…” el muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada… solo lo miró y se fue…

Cuando volvió a la semana siguiente el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez. Así pasaron varios meses…sin hablar….pero el notaba que David ya no parecía nervioso… y su palidez…había desaparecido… Un día, mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho quien estudiaba inclinado hacia el tablero, pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación…

De pronto….David alzó la vista y lo miró: “Le toca – le dijo”

Ese día empezó a hablar… hizo amigos en la escuela, ingreso a un equipo de ciclismo… Y comenzó una nueva vida… su vida.

Posiblemente el medico le dio algo… pero también aprendió mucho de él… Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable. Aprendió a estar presente cuando alguien nos necesita… a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia… un corazón que escuche.

DESCONOCIDO

miércoles, 17 de octubre de 2012

La Ouija una invocación que no es un JUEGO

Relatan hechos extraños luego de hacer espiritismo

Debemos recordar que cualquier invocación hecha por nosotros a voluntad no traerá a voluntad del que llama a quién queremos... sabiendo está premisa fundamental, los espiritus burlones, obsesores o "malos" serna los que acudan a esa llamada y las consecuencias en la mayoria de los casos son muy desafortunadas. No abras ventanas que no podras cerrar. 





 La Ouija es un juego de espiritismo que consiste en que los presentes ubiquen sus manos sobre una plataforma, que aparentemente se desplaza a voluntad sobre un tablero con letras y números.

Se cree que a través del juego se conecta con seres del más allá que se expresan formando palabras o expresiones con el movimiento de la plataforma.

El juego tiene su origen en tiempos remotos, tal es así que los expertos aseguran que data de años antes de Cristo.

Las posiciones son disímiles frente al fenómeno, algunos lo tildan de maligno, otros de inexistente.

Por eso, el sitio De10.mx decidió indagar sobre distintas situaciones que se conocen a lo largo del mundo que ocurrieron luego de jugar a la Ouija.

La página web lacomunidad.cadenaser.com, relata que cinco jóvenes se reunieron a jugar en una casa abandonada. Al indagar sobre si la presencia de alguno “molestaba” para jugar, la tabla indicó tres nombres los cuales dejaron el lugar. Al alejarse de la casa, los jóvenes seleccionados sintieron un fuerte ruido, para darse cuenta que la casa se había derrumbado con sus dos amigos dentro.

Por su parte, Hsbnoticias.com publicó la historia de Jennifer Lynn Sprigman, una chica de 14 años de Illinois, que en diciembre de 1972, jugó a la Ouija por pedido de una compañera de la escuela. Jennifer preguntó a qué edad iba a morir, a lo cual el juego le respondió que a los 17 y formó las palabras " asesinada" y " estrangulada". En efecto, el 3 de octubre de 1976, dos semanas antes de 18 años, la chica falleció a manos de un estrangulador.

Venezuela también conoció casos extraños relacionados con la Ouija. Es el caso de Andrea, de 15 años, que en el 2006 perdió a su madre a los 15 años. Tres años después, la joven decide jugar con sus amigas y la tabla sólo formaba el nombre de Andrea o fechas significativas para ella.

Las amigas de la joven comenzaron a notar que ella estaba experimentando una especie de posesión. Con el correr de los días, Andrea relató que era el espíritu de su madre, una mujer muy posesiva que no le permitía juntarse con otras personas.

Cuando los espiritus se comunican


Una conversación que puede dar respuesta a las personas que sienten, miran o perciben cosas que no todos sentimos.,.. cuando las puertas de lo no fisico atraviezan y logramos escucharlos o percibirlos....Los invito a leer.
Fue entonces cuando el sonido chirriante correspondiente al frenazo de las ruedas de un auto, se dejó oír con brusquedad en el final de la madrugada de una noche tan inquietante como accidentada. Del coche subido en la acera, descendió un hombre de mediana edad y estatura que vestía traje. Este se acercó con rapidez a la figura tendida de Marcelo. y tras examinar la zona afectada del chico y medir su pulso, extrajo un teléfono de su chaqueta y marcó un número.

            - Buenas noches – saludó el desconocido. Soy el doctor Santos: tengo una urgencia en la calle Central. En cuanto puedan, envíen una ambulancia a la altura del número 220. Permanezco a la espera en el lugar de los hechos. Gracias.

            Aquel individuo que se identificó como médico se dirigió a su vehículo y sacó de su interior un maletín con utensilios sanitarios para atender en primera instancia al joven que permanecía inconsciente sobre el pavimento. En breve, dispuso un vendaje compresivo que detuvo la hemorragia que afectaba a Marcelo.

            - ¡Eh, chico! ¿Qué fue lo que te ocurrió? – preguntó el sujeto.

            João que estaba a escasa distancia del suceso, entendió que el doctor intentaba reanimar a su compañero, al pretender entablar conversación con el mismo, de modo que recuperara la conciencia.

            - Pero muchacho, ¿no me oíste? Te lo pregunto a ti. ¿Qué te sucedió en la cabeza? Menudo golpetazo, debió ser terrible. ¿No es así?

            Cuando nuestro protagonista comprobó que era a él a quien le hablaba el hombre, se quedó como paralizado tanto por el temor como por la sorpresa total que aquel fenómeno extraño le supuso. No podía entender cómo un ser de “carne” podía haberle reconocido allí en la oscuridad de la calle. Sin embargo, la larga sonrisa que le dirigió el médico le ayudó a tranquilizarse para lograr balbucear entre titubeos:

            - ¿Está usted hablando conmigo, señor?

            - Pues claro, chaval. No hay nadie más aquí que nos pueda escuchar ahora. No creerás que he perdido la razón ¿verdad? Simplemente te hablo  porque puedo verte y escucharte.

            - Pero, pero… ¿cómo es esto? El general Gonçalves no me comentó nada al respecto. ¿Será posible? – se dijo a sí mismo en voz baja el joven.

            - ¿El general? ¿Qué general? ¿A quién te refieres? Por cierto ¿cómo es tu nombre?

            - Me llamo João, señor. Y…bueno, me acordaba de un amigo al que conocí no hace mucho y que está muerto, quiero decir tan muerto como yo. ¡Uf, qué lío, lo siento, estoy muy nervioso!

            - Tranquilo, João. No te sorprendas. Me presentaré: soy el doctor Humberto Santos, a tu servicio. Trabajo en el departamento de urgencias del Hospital Central que está por esta zona. Estoy acostumbrado a tratar con seres como tú. Por supuesto que ya sé que no estás muerto. Tan solo te desprendiste de tu envoltura carnal. Entiendo tu situación. Te lo repito: puedes sincerarte conmigo y estar tranquilo. Para mí, tu dimensión es tan familiar como la mía. Nunca he vivido en uno solo de los planos sino en ambos, el físico y el espiritual. Eso me permite actuar en los dos frentes, como por ejemplo sobre este chico herido pero también sobre gente como tú. Pero, respóndeme ¿qué te pasó en la cabeza?

            - Ah, sí, doctor, disculpe por no haberme explicado. Al parecer, fui atropellado y el impacto debió ser tan terrible que al caer al suelo me golpeé y me hice esta herida. Creo que eso fue lo que causó mi muerte.

            - Pues sí, seguro. A ver, es muy profunda y está todavía abierta. Caramba, vaya choque que te diste con el asfalto – comentó el galeno mientras miraba con atención la testa de nuestro personaje.

            - La verdad es que yo no me enteré y continué haciendo lo que habitualmente realizaba. No sentí dolor ni me di cuenta de que me moría.

            - Ya, es muy frecuente – aseveró Humberto. En trances tan sorpresivos y violentos es muy típico que el sujeto no asuma su nueva situación hasta pasado un tiempo, o mucho, según las circunstancias. En tu caso ¿cómo tomaste conciencia de lo ocurrido?

            - Pues verá, señor, un militar se me apareció y me explicó mi “nueva” situación. Gracias a él, supe que había fallecido, quiero decir que seguía vivo, pero de una forma diferente.

            - Ah, sí. Ese personaje que mencionaste antes. ¿No es así?

            - Así es, señor. El general Gonçalves.

            - Ya, entiendo. Una cosa chico, va a llegar la ambulancia de un momento a otro para trasladar a este joven al hospital. ¿Le conoces?

            - Sí, por supuesto, se llama Marcelo. Unos desalmados le robaron y al escapar, uno de ellos le clavó su navaja en la pierna. Pero dígame, por favor, ¿se morirá? ¿Sobrevivirá? No podría soportar que terminara como yo.

            - Ah, tranquilo, saldrá de esta. Lo que ocurre es que ha perdido bastante sangre. Uf, huele mucho a alcohol. Debía estar bastante borracho. Oye, hablas de él con gran preocupación ¿sientes mucho afecto por él? ¿Era tu amigo en vida?

            - Ah, don Humberto, sería una larga historia de contar pero sí, era mi amigo y compañero de infancia y lo sigue siendo, por supuesto. El que yo esté en esta situación no puede destruir los lazos de amistad ¿no es cierto doctor?

            - Desde luego, João. Hay aspectos que ni siquiera la muerte física puede romper. Cálmate, tu amigo se recuperará; ahora tan solo necesita cerrar la herida, reposar y olvidar esta experiencia tan traumática. Podría haber sido peor si el tajo le hubiera alcanzado la arteria femoral. Con esta gente tan violenta nunca se sabe. ¡Dios mío, qué ciudad esta!

            - ¡Mire, señor! Allí viene la ambulancia.

Humberto habló unos segundos con la doctora Silvia, la cual mandaba el equipo sanitario que había acudido a evacuar a Marcelo. Le dio las novedades del caso y le indicó que ya se preocuparía por el estado del chico cuando retornara a su puesto de trabajo. Una vez introducido el herido en el vehículo, este giró en sentido contrario para dirigirse al hospital. Humberto y João quedaron a solas.

- Bueno, chaval, tengo que irme a descansar. Estaba de camino a casa. Mi turno de guardia acaba de terminar y lo mejor ahora es dormir. Ya ves que las urgencias no solo se producen en los hospitales; bien sea en la calle o en cualquier otro lugar, puedes toparte con este tipo de coyunturas difíciles que exigen una rápida respuesta.

- Pero señor – expuso el joven en tono de alarma, usted no me puede abandonar. Todo lo que ha sucedido hoy me ha llenado de confusión, me hallo desorientado, no sé dónde ir ni qué hacer. Necesito tantas explicaciones, tantos buenos consejos. Le suplico que me ayude, por favor.

- Chico, tengo por costumbre no recibir a espíritus en mi casa. Mi domicilio debe permanecer al margen de ciertas interferencias. Es por respeto a mi mujer y mis hijos. ¿Lo comprendes? Es tan solo una medida de prevención. De todas formas y atendiendo a tus necesidades, aprovecharemos el viaje de regreso hasta mi hogar para charlar. Eso sí, en cuanto lleguemos allí no podrás entrar ni aunque lo intentes. La casa está “protegida”.

- Lo sé, don Humberto. Una vez quise penetrar en un lugar como el suyo y no pude. ¿Fue por la misma razón?

- Sí, claro, probablemente. Existen barreras que ciertos espíritus no pueden traspasar. Es de lógica, su presencia perturbaría a los moradores que habitan dentro.

- Entiendo señor. Entonces ¿puedo subir en el auto con usted?

- Tienes mi permiso. Recuerda, tan solo te atenderé durante el desplazamiento.

- De acuerdo, doctor, no sabe lo que se lo agradezco.

Una vez acomodados los dos seres en el interior del vehículo, este arrancó y se puso en marcha a ritmo tranquilo. El joven no pudo resistir la tentación de realizarle una pregunta al médico.

- Perdóneme si le resulto un entrometido pero desde el momento en que le conocí, he deseado plantearle una cuestión.

- Adelante, muchacho.

- ¿Cómo es posible que usted pueda comunicarse conmigo, verme o escucharme? Todas  las personas con las que me he cruzado hasta ahora del plano físico me ignoraban por ese motivo. No sabe lo que he sufrido por mi forzado aislamiento.

- Te comprendo perfectamente. La incomunicación y por tanto, la soledad, son causas que generan tristeza, da igual la dimensión en la que te muevas. Contestando al asunto que planteas, desde pequeño tengo esa cualidad. Era un niño con apenas uso de razón cuando ya podía contemplar a gente como tú y charlar con ellos.

- Pero eso debe ser maravilloso – interrumpió João, poder contactar con las dos “caras” de la realidad. Supongo que el poseer esa virtud debe aportarle una gran ventaja sobre los demás.

- Perdóname João, pero creo que desconoces en buena parte la esencia de lo que estás comentando. ¿Ventaja? ¿Virtud? Mira chico, esto, como sucede con otros aspectos de la vida no es bueno o malo en sí mismo sino que depende del uso que se haga. Ser un “medianero” como me ocurre a mí, implica una gran carga de responsabilidad. Te diré algo aunque te asombres. Conozco a compañeros que han desarrollado esa misma facultad y sin embargo, la maldicen.

- ¿Y cómo es eso?

- Muy sencillo: por lo que te acabo de decir. No todos están preparados en la existencia para asumir determinado tipo de compromisos. Ni te imaginas la ingente labor que supone atender a tantos y tantos espíritus que tan pronto como comprenden que puedes verlos o entenderlos, te inundan con peticiones para que les ayudes, la mayoría de ellas irracionales o que no se pueden cumplir. Ignoran tu trabajo, tu familia, tu tiempo libre, incluso tu intimidad. Después de todo, hay que ponerse en sus puntos de vista pero te lo reitero, la gran cantidad de amparo que precisan puede que supere tu paciencia para tratarlos. No es fácil, te lo aseguro, requiere perfeccionar una gran disciplina interior para dar a cada cuestión su tiempo y su lugar. De no ser así, uno estaría en grave riesgo de enloquecer. No hay que ir muy lejos, amigo, tu caso es un perfecto ejemplo de ello.

- Sí, sí, es cierto, me hago cargo. Pero don Humberto, si usted no hubiera hablado conmigo yo ni siquiera me hubiera dado cuenta de ello.

- Ah, ya. No te preocupes. Estoy habituado a estos escenarios, forman parte de mi vida cotidiana desde hace muchos años. Es parte de mi misión. He aprendido a consolidar mi temple y a distribuir convenientemente mi tiempo de “trabajo”.

- ¿Misión, señor?

- Claro, todos tenemos un mismo objetivo en la vida: progresar y progresar, aunque bien es cierto que existen múltiples caminos que te conducen a esa evolución.

- ¿Progresar? Caramba, entonces ese trayecto se interrumpió bruscamente en mi existencia, porque morir tan joven te quita las ganas de vivir y te sume en la mayor de las depresiones.

- Ah ¿hablas de tu situación? No te confundas muchacho ¿acaso no sigues viviendo, es decir, pensando y sintiendo como antes?

- Si esto es vivir, doctor, entonces prefiero no existir ni sentir.

- Venga, João, no seas tan pesimista y catastrófico. No puedes analizar estas cuestiones desde el estómago de tus emociones. Queramos o no, la existencia prosigue en todas sus líneas y tú no puedes impedirla o cortarla porque está sometida a las leyes divinas.

- Pues, con todos los respetos, señor, esas disposiciones a mí me han fastidiado. Por un lado, me han impedido seguir estudiando y disfrutar de los mejores años de mi juventud. Por otro, me han separado de mis dos mayores tesoros: Zilda, mi madre y mi querida Elisa, por la que suspiraba.

- Sí, debe ser duro para ti. Entiendo lo de tu mamá pero no acabo de descifrar bien tu obsesión por esa chica. Has de tener en cuenta un aspecto: para que una relación funcione, debe haber mutuo amor entre las partes. ¿No crees?

- Sí, claro, por supuesto…pero…un momento ¿cómo sabe usted algo sobre Elisa o nuestra relación? ¿Acaso la conoce, la ha visto, ha podido hablar con ella?

- Ah, no. No la conozco de nada. Pero se me olvidaba. Te presento al hermano José, honorable doctor en su último paso por este planeta, eminencia médica y tutor mío. Me acompaña desde mi más tierna infancia. Es el mejor amigo que tengo y mantengo con él unos lazos afectivos difíciles de explicar. Por resumirlo: sin él, sin su presencia y sus enseñanzas, mi vida no tendría sentido.

- Oiga, un momento, no pretendo desmentir su afirmación pero es que  no veo a nadie por ninguna parte – exclamó el joven entre sorprendido y asustado.

- Ah, sí, qué descuido por mi parte. Viaja en el asiento de atrás. Normalmente se sitúa a mi derecha pero esta vez ha tenido la gentileza de cederte el sitio para que hablaras conmigo con mayor comodidad. Discúlpame, pero no puedes verle porque no te hallas preparado aún, tus órganos no están todavía dispuestos para distinguir a un ser tan luminoso…

- ¡Ay, Dios mío! Algo me ha rozado la cabeza – gritó João con inquietud.

- ¡Venga chico, no te alarmes! – proclamó Humberto, tan solo te ha acariciado para darte la bienvenida amistosamente.

- Uf, qué alivio, señor. Ya entiendo, este ser es el que le ha dicho antes algo sobre Elisa.

- Muy bien, chaval, compruebo que te das cuenta de las cosas con prontitud.

- Y el hermano José ¿puede saber tanto sobre mí?

- Ja, ja, ja…has estado gracioso, amigo. La verdad es que resultas transparente para él porque tus pensamientos se proyectan como si fueran imágenes en una pantalla y él puede verlas. Es solo eso.

- Caramba, pero eso no está muy bien que digamos…es como si no pudiera guardar mis secretos a salvo, como permanecer desnudo...

- Sí, desde luego, pero no debes  intranquilizarte. La altura moral de José es tan evidente que nunca haría un uso perverso de toda la información a la que puede acceder. Siempre la emplea con vistas al bien, para auxiliar, nunca para entorpecer o sacar beneficio propio.

- ¿Tan bueno es ese hombre?

- Sin duda; para que lo entiendas, cumple las funciones de maestro espiritual. No creas que todos los espíritus pueden ejercer tan alta labor en tu dimensión. Hacen falta muchos méritos, un gran caudal de conocimientos y un nivel ético muy por encima de la media correspondiente a este mundo en el que nos desenvolvemos.

- Pero ¿cómo puede él desempeñar su labor en lo físico si pertenece a mi mismo plano?

- Claro que sí. Todos podemos trabajar nos hallemos donde nos hallemos. Él por supuesto lo hace en su dimensión y me utiliza a mí como instrumento para operar en el mundo material.

- Creo que empiezo a situarme en su perspectiva, don Humberto. Hace unos segundos no lograba distinguir su enorme responsabilidad en el día a día. Usted debe atender a su familia, a sus asuntos en el hospital, a sus pacientes y por si fuera poco, a todos los espíritus con los que contacta.

- Pues sí, João. Reconozco que no es labor fácil. Pero hace ya bastante tiempo que definí mi propósito en esta existencia. No te niego que a veces resulta agotador pero tengo una perfecta conciencia de que mi doctorado no se limita tan solo a las paredes que encierran la estructura del hospital o del quirófano, sino también a otros aspectos más amplios como es el caso de todos los espíritus desorientados que precisan de asistencia.


…continuará…