Enero17

sábado, 20 de septiembre de 2014

Cuando una persona muere: separación cuerpo-alma.


¿Es dolorosa la separación del alma y del cuerpo?
"No, y a menudo sufre más el cuerpo durante la vida que en el momento de la muerte, pues el alma no toma parte alguna. Los sufrimientos que a veces se experimentan en el momento de la muerte, son un placer para el espíritu. que ve llegar el término de su destierro».

Durante la vida, el espíritu está ligado al cuerpo por la envoltura semimaterial o espíritu, y la muerte no es más que la destrucción del cuerpo; pero no la de la segunda envoltura que se separa de aquél, cuando cesa en él la vida orgánica. La observación prueba que en el instante de la muerte, el desprendimiento del periespíritu no es súbitamente completo; sino que se opera gradualmente y con lentitud muy variable según los individuos. En unos es bastante rápida, y puede decirse que con pocas horas de diferencia, el momento de la muerte es también el de la emancipación; pero en otros, sobre todo en aquellos cuya vida ha sido completamente material y sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido, y dura a veces días, semanas y hasta meses, lo que no implica en el cuerpo la menor vitalidad, ni la posibilidad del regreso a la vida, sino una simple afinidad entre el cuerpo y el espíritu, la cual está siempre en proporción de la preponderancia que, durante la vida, ha dado el espíritu a la materia. Es, en efecto, racional el concebir que cuanto más se ha identificado el espíritu con la materia, tanto más trabajo ha de tener en separarse, al paso que la actividad intelectual y moral, y la elevación de pensamientos, operan un principio de separación hasta en la duración de la vida del cuerpo, de modo, que al llegar la muerte, es casi instantánea. Tal es el resultado de los estudios hechos en todos los individuos observados en el momento de morir. 
Estas observaciones prueban también que la afinidad. que en ciertos individuos persiste entre el alma y el cuerpo, es muy penosa a veces, porque el espíritu puede experimentar el horror consiguiente a la descomposición. Este caso es excepcional y peculiar de ciertas clases de vidas y de muertes, y se observa en algunos suicidas.
Libro de Los Espiritus.

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Donde vamos cuando morimos?



“¿Dónde van las personas cuando mueren?, preguntó una anciana.
Y Menjak le contestó:
¿Dónde va el aire de un globo cuando éste se pincha?
Un globo inflado, es como una persona con vida. Ambos tienen consistencia, en la medida que algo invisible está dentro de algo corpóreo. Cuando el alma entra en el cuerpo, éste cobra forma, adquiere dimensiones, y se produce el fenómeno llamado vida. Cuando el alma abandona el cuerpo, es como un globo que se ha pinchado. El cuerpo va desinflándose hasta desintegrarse. E incluso, si lo piensas bien, te darás cuenta que también los globos van perdiendo aire y fuerza con el tiempo...
La pregunta es…
¿A dónde va ese aire que antes tenía consistencia? ¿Acaso ha muerto?
Ese aire invisible, como lo es el alma…. vuelve a ser UNO con el TODO.
Nada desaparece, nada se pierde, nada muere verdaderamente… es tan solo un cambio de forma, UNA LIBERACIÓN.
Lo más curioso quizá sea que, si nos volvemos más atentos, podremos encontrar rastros de quienes se han ido, unidos en la maravilla de la creación”

~ Daiana Slipak.