Enero17

martes, 21 de marzo de 2017

"El universo no entiende de chistes"


Con mi hija de doce años, nos llamamos la atención constantemente, con la frase: "El universo no entiende de chistes". Y es que al decir me muero de coraje, no sabes como odio tomar sopa o me dolerá mucho perderte... etc

Son todos decretos que se harán realidad porque ya fueron expresados y a veces con la fuerza necesaria para que ocurran. 


Con frecuencia escuchamos en algunas personas, o incluso nosotros mismos en algunos momentos decimos sin ningún tipo de sensibilidad: .-No tengo dinero, ni un peso partido por la mitad, .-estoy bruja, .-soy pobre y de familia numerosa; para expresar que no se tiene en apariencia determinada cantidad de dinero, o bien, para salir del paso cuando tus hijos te piden algo o algún conocido te solicita un favor económico. Siendo lo más correcto decir: .-No te quiero hacer el favor o no te lo quiero comprar.

El universo es un decodificador tan preciso de tus mensajes, que al estar decretando lo que no se tiene, en efecto nunca se tendrá.

En otros casos decimos cosas en apariencia tan insignificantes como: .-te robo una servilleta, sólo para expresar que queremos una servilleta y que desde luego no te la tienes que robar. Al expresar la frase: <<Te robo>> estamos atrayendo la apariencia de robo a nuestras vidas, de forma que tarde o temprano se acumula tal cantidad de peticiones, que el robo termina entrando por tu vida y se sirve de ti con la cuchara grande.

En algún momento habrás escuchado a cierta persona con cierto tipo de malestar físico o emocional y que para expresarlo decidió decir: Me muero, cosa, que desde luego, no es cierto.

Pero, tarde o temprano el hijo de Dios termina recibiendo todo lo que pide, y, esto ocurre porque el Universo no tiene sentido del humor, él no discierne si tú le estás diciendo las cosas en <<broma>> o en serio, él toma literalmente todo lo que dice y busca el momento preciso y justo para la manifestación de lo que pediste en algún momento.

No te quiero ver, no quiero hablar, no te quiero escuchar, me choca, te mato, etcétera, son ejemplos interminables de la forma incorrecta en nuestro hablar, que desde luego terminarán manifestándose en problemas visuales y hasta ceguera, problemas en las vías respiratorias, apariencias auditivas, choques, y ya tú sabrás lo que sigue.

Estos decretos no serán modificados hasta que tú conscientemente des la orden de que sean transmutados en bien y luz para ti.

De forma que tu hablar debe ser consciente y utilizar el poder de tus palabras de forma constructiva y por supuesto en tu favor.

Queda claro lo que el Maestro Jesús explicó: "No daña al hombre lo que entra por su boca, sino lo que de su boca sale, porque, lo que de la boca sale, del corazón procede".


Fuente: Sabersinfin

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