Enero17

miércoles, 17 de octubre de 2012

La comunicación Mediums y Espiritus.. Algo que debemos saber

Tomado de: LIBRO DE LOS MEDIUMS - ALLAN KARDEC

4. ¿Por qué motivos puede rehusarse a un Espíritu el permiso de comunicarse?
Esto puede ser una prueba o un castigo para él o para quien lo llama.

5. ¿Estando los Espíritus diseminados por todo el espacio o en los diferentes mundos, cómo pueden oír las evocaciones que se les hacen de todos los puntos del Universo?

Muy a menudo son avisados por los Espíritus familiares que os rodean y van a buscarles; pero en esto hay un fenómeno que es difícil de explicaros, porque vosotros no podéis aún comprender el modo de transmisión del pensamiento entre los Espíritus. Lo que puedo deciros es que el Espíritu que vosotros evocáis, por lejos que esté, recibe, por decirlo así, el choque del pensamiento como una especie de conmoción eléctrica que llama su atención a la parte de donde viene el pensamiento que se le dirige. Se puede decir que oye el pensamiento, así como vosotros oís la voz en la Tierra.

¿El fluido universal es el vehículo del pensamiento, así como el aire lo es del sonido?

Sí, con la diferencia de que el sonido no puede hacerse oír sino en un radio muy limitado, mientras que el pensamiento alcanza el Infinito. El Espíritu, en el espacio, es como el viajero en medio de un vasto campo que, oyendo de repente pronunciar su nombre, se vuelve del lado que le llaman.

6. Sabemos que las distancias son poca cosa para los Espíritus; sin embargo, causa admiración el verles responder algunas veces tan pronto como si estuviesen esperando que se les llame.Es que, en efecto, están dispuestos algunas veces. Si la evocación es premeditada, el Espíritu está avisado anticipadamente y se encuentra allí a menudo antes de llamarle..

7. El pensamiento del evocador, según las circunstancias, ¿puede ser oído con más o menos facilidad?

Sin duda ninguna; el Espíritu que es llamado por un sentimiento simpático y benévolo se conmueve con más viveza; es como una voz amiga que reconoce; sin esto sucede a menudo que la evocación no llega. El pensamiento que brota de la evocación impresiona al Espíritu; si es mal dirigido se pierde en el vacío. Lo mismo sucede con los Espíritus que con los hombres; si el que les llama les es indiferente o antipático, pueden oírle, pero muchas veces no le escuchan.

8. ¿El Espíritu evocado viene voluntariamente o se ve obligado?
Obedece a la voluntad de Dios, es decir, a la ley general que rige el Universo; y, sin embargo, obligado no es la palabra, porque él juzga si es útil venir; aquí está también el libre albedrío. El Espíritu superior viene siempre cuando es llamado con un fin útil; no se resiste a responder sino en los centros de gentes poco formales y que tratan las cosas como diversión.

El Desastre De Aberfan Y Conexiones Paranormales


Un viernes, 21 de octubre de 1966 un terrible desastre ocurrió en el pueblo minero de Aberfan, al sur de Gales. En tan solo unos momentos, 128 niños y 16 adultos murieron en un cataclismo descrito por un periodico, como "el desastre más grande que ha golpeado a nuestra gente en tiempo de paz"
Temprano en la mañana del viernes 21 de octubre de 1966, después de varios días de intensas lluvias, un hundimiento de cerca de 3.6 metros se produjo en el flanco superior de la mina de carbón de residuos. A las 9:15 am más de 150.000 metros cúbicos de agua saturada de desechos se separaron y corrían cuesta abajo a toda velocidad. . El grupo de trabajo de inflexión en la montaña vio el comienzo del deslizamiento de tierra, pero no pudieron dar la alarma debido a que su cable de teléfono había sido robado varias veces y  la investigación oficial sobre el desastre,  más tarde estableció que el deslizamiento ocurrió tan rápido que un aviso telefónico no habría salvado ninguna vida.
Mientras tanto, a 200 millas de distancia, en una iglesia espiritista de Plymouth, Devon; una mujer tenía una visión de “Una casa, luego un minero, luego una avalancha de carbón bajando por la montaña. Al fondo de ésta había un niño absolutamente en pánico. Luego vi operaciones de rescate.” En cuanto a ésta visión, hubieron seis testigos y la misma le contó lo que vio a su vecino alrededor de las 8:30 a.m en la mañana del desastre, antes de que ocurriera.
Así como ésta mujer, más personas llegaron contando sus premoniciones. Una niña víctima del desastre, 14 días antes de que ocurriera, le dijo a sus padres: “No mami, tú debes escucharme. Yo soñé que fui al colegio y ¡ya no había colegio!. Algo negro había caído sobre todo éste“.  Sus padres y el ministro de la iglesia local confirmaron éste evento después de que la niña murió en el desastre.
Más premoniciones provenientes de distintas partes de Inglaterra, como Kent y Buckinghamshire se reportaron. Éste no es el único desastre que muchos han visto antes de que ocurra. Hoy en día existen muchos clarividentes; pero más que éstos, están aquellos incapaces de escuchar o creer cualquiera de éstas cosas.

sábado, 13 de octubre de 2012

Encontrando caminos





-Gato de Cheshire, ¿podrias decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?- dijo Alicia
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación. 
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato -, si caminas lo suficiente!
Alícia en el País de las Maravillas, L.Carroll

"Cuándo llegamos al planeta Tierra -decía Letian Shi Fu hace 5 años- nuestra alma era brillante, luminosa, grande. A través de los sucesivos viajes, fue perdiendo tamaño, adquiriendo manchas y desluciéndose. 

Para recuperar la fuerza original del alma y regresar al Cielo, disponemos de poco tiempo: deberíamos tomar el camino más corto, el estrecho camino directo, que está justo en nuestro corazón". 


¿Es el Espiritismo una ciencia?


Como método de elaboración el Espiritismo utiliza exactamente el mismo que las ciencias positivas, aplica el método experimental. Se presentan hechos de un orden nuevo que no pueden explicarse mediante leyes físicas conocidas: el espiritismo los observa, compara y analiza, y del efecto se remonta a la causa y de esta a la ley que los gobierna. Está pues elaborado de forma científica. Los hechos que estudia no están restringidos al Espiritismo ya que los médiums surgen en todas partes, y se dan hechos de este tipo en todas partes. Hombres reconocidos en Ciencia positiva como Sir William Croques, Alfred Russell Wallace, por citar apenas dos ejemplos, han estudiado y en el caso de Crookes, demostrado la realidad del fenómeno mediúmnico.


www.cyonar.com.ar

jueves, 11 de octubre de 2012

Emocionante historia de un marino

EMOCIONANTE HISTORIA DE UN MARINO

—Buenas noches en el nombre de Dios. Sabéis, hermanos, que cuando os reunís con los elevados propósitos que lo hacéis vienen a oíros y oírnos infinidad de seres del espacio que están sedientos de conocer y estudiar las inspiradas palabras que Dios pone en boca de sus hijos. Ese es el caso de esta noche.

Entre los muchos de estos hermanos que asisten esta noche hay uno que tiene algo de luz, de sabiduría y mucho de fe y entendimiento, que os suplica hagáis la caridad de oírle unos momentos, ya que lo que os quiere contar está relacionado con el estudio del poder de la intuición y la plegaria que estabais desarrollando.

—Con mucho gusto le oiremos —dícesele.

—Dios os lo pague. Dejo paso a este hermano.

—Que la luz esplendorosa del Todopoderoso os acompañe cuando divulguéis las verdades que conocéis. Nunca tienen los seres más pureza que cuando saben elevar las plegarias a Dios, ya que si en ellas han puesto todo su empeño, su voluntad, su cariño y todo su poder de luz, en esa cuantía es oída la súplica y en esa cuantía es remediado el mal que solicita amparo o perdón. Nunca se engrandece más el ser, aunque esté encarnado, que cuando se arrodilla y, mirando con su alma hacia las grandiosidades del infinito, pide al Todopoderoso, según su imaginación y modalidad religiosa, para alcanzar su perdón, su amparo o su ayuda.

Su alma se engrandece y eleva, y también eleva a los que están junto a ella, toda vez que el bien se extiende a los demás cuando se ha recibido puro y en gran cantidad. Si os cansara, decírmelo.

—Al contrario, te oímos con mucha atención —se le contesta.

—Una de mis encarnaciones en el planeta Tierra fue en el siglo pasado. Era hijo de unos pescadores de un pueblo que se llama Betanzos, en el norte de vuestra patria. Desde pequeño me entusiasmaba mirar al mar. No solamente por razón del oficio de mi padre, sino porque yo notaba, sin poder explicármelo, lo que me enamoraba y atraía aquella grandeza. Bastantes tardes, cuando a fuerza de muchos ruegos, me llevaba mi padre en la barca a pescar, para mí era un acontecimiento extraordinario. Me quedaba mirando el horizonte, donde parece ser que se besan el mar y el cielo y, sin saber explicármelo, concebía la magnitud de aquella manifestación del poder divino. Cuando veía aquel torrente de luz que procedente del astro rey se estrellaba en las embravecidas olas, mi alma se ensanchaba, se engrandecía, quería penetrar en aquellas olas y confundirme con el agua y los rayos maravillosos que producían aquel sin igual espectáculo. Cuando me quedaba en tierra tenía la costumbre de ir a sentarme sobre unos acantilados, desde donde observaba el movimiento bullicioso y elegante, podríamos decir, de las olas en su trajín eterno. Cada vez me extasiaba más mirando cuando el sol rompe la quietud del agua y los cambiantes de luz me obligaban a cerrar los ojos, porque no podían mirar tanta luz y tanta grandeza.

Cada vez más entusiasmado, comencé a estudiar en la escuela algo de cartografía, según se podía estudiar entonces. Mi padre veía en mí no un pescador, sino un marino. Muchas veces, paseando por la fina arena, cuando venía de vez en cuando a besar mis pies alguna ola tranquila, elegante y señorial, me daban intenciones de arrojarme al mar y captar en sus profundidades, de una forma más clara y patente, la obra incomparable de Dios.

—Voy a aligerar mucho mi relato porque me estoy extendiendo demasiado.

—Al contrario, nos parece muy amena tu narración. Continúa, hermano.

Por fin llegó mi hora. Un día me llevó mi padre a un puerto que llamáis La Coruña, y me enroló de grumete en un mercante australiano. Mi primer viaje —no me da pena decirlo— me entristeció un poco al ver lo pequeño que yo era y lo grande que era aquel camino inmenso e interminable que surcaba el barco. Las operaciones de los grumetes ya las conocía.

Fui poco a poco estudiando el movimiento. Me fijaba muchísimo en las maniobras marineras, y cada vez más entusiasmado, más dichoso, me consideraba feliz con mi profesión, que era la que sentía mi alma. Al cabo de algunos viajes y de algunos años llegué a mayor. La enseñanza que había adquirido me sirvió mucho. Los capitanes que veían en mí que abrazaba con toda mi alma la profesión de marino, también se esforzaban en que conociera a fondo todos los secretos de la navegación. Pasé a una escuela, donde aprendí la Cartografía marina y demás conocimientos, y, resumiendo, llegué con el tiempo, mi experiencia y mis estudios a mandar un buque. Ese buque se llamaba «La Estrella Matutina». Nuestra misión era viajar desde España a América transportando víveres y trayendo de América los productos necesarios para nuestra patria. En mi vida de capitán supe siempre comportarme fielmente con los hombres a mi órdenes. Fui caritativo y severo, siempre correcto y respetuoso con su humildad para que ellos respetaran mi rango y mi cargo en el buque.

En uno de mis viajes a América, cuando estábamos pasando las costas de Terranova, vino una niebla densísima que me obligó a subir al puente, en donde estuve siete u ocho horas examinando lo que podía examinar del horizonte, observando los aparatos, que mal decían u orientaban la dirección, atisbando en todas direcciones cualquier señal o luces, como hacen todos los capitanes en estos casos tan difíciles. Cuando más preocupado me hallaba en mis observaciones vino el contramaestre a decirme:

—Mi capitán: siento mucho tener que comunicarle una mala noticia.

— ¿Qué ocurre? —pensé en alguna vía de agua o algo grave.

—Mi capitán, es que de los 32 hombres que componen la tripulación, 22 han comido unas conservas que estaban echadas a perder y están envenenados. El médico dice que es muy difícil salvarles porque ni tenemos medios ni medicinas convenientes, ni estamos próximos a dónde conseguirlas.

Yo, hermanos de mi alma, me quedé estupefacto. El sudor brotaba de mi frente más copioso que el agua fría con que me envolvía la niebla.

Subió el médico y me dijo: «Señor capitán, los hombres se mueren. Es preciso andar más de prisa y llegar a Quebec (Canadá), donde hay un hospital y podríamos salvarles.»

Yo, mirándoles, les dije: « ¿Cómo queréis que vayamos de prisa si la niebla nos aprisiona, si el buque no puede navegar, si las máquinas están medio paradas porque tememos chocar o tropezar con un arrecife, porque vamos a lo imprevisto y la «rosa de los vientos» no señala el rumbo como debiera y la densidad de la niebla es cada vez mayor?»

Entonces, en medio de gran desesperación por la situación tan difícil en que nos encontrábamos, bajé a mi camarote (yo siempre he sido creyente, continuamente he elevado mis plegarias a JESÚS para que El, mucho más puro que yo, las elevara al Todopoderoso). Allí, con el fervor de toda mi alma, me arrodillé y fue mi plegaria la siguiente: «JESÚS mío poderoso; Ser bendito, Hijo santo predilecto del Todopoderoso, Tú que siempre has sido mi guía; en las grandes tempestades, en los terribles tifones e imponentes tornados, siempre he recurrido a Ti y has salvado a mi barco y a los hombres que han estado bajo mi amparo y dirección. ¡¡Ampárame, Jesús mío, que podamos llegar a Quebec pronto y se salven estos hombres inocentes!!»

Terminé mi plegaria, en la que puse todo mi fervor y toda mi fe...

Y sentí una voz clara, terminante, pero con una melodía divina y dichosa, que me dijo:

—Sube y da la orden de que pongan el barco a toda máquina y dile al timonel que no se alarme.

Como lo oí, hermanos de mi alma que me estáis oyendo, subí y di la orden. El contramaestre, los oficiales y los maquinistas creyeron que me había vuelto loco, porque cuando se navega con niebla, lo más fácil es chocar o encallar.

Con gran autoridad, exclamé: «He dicho a toda máquina el buque!!», grité.

Empezamos a correr vertiginosamente. El timonel me llamó, asustado: «Mi capitán, mi capitán, el timón no obedece, el rumbo lo pierde, vamos a estrellarnos!!»

Entonces le dije yo humildemente: «Calla y obedece a Quien lo lleva, que tú lo que haces es aparentemente tu trabajo.»

Pasó una hora. Atravesamos los densos bancos de niebla a toda velocidad. Pudimos llegar doce horas antes a Quebec, desembarcar los enfermos, llevarlos al hospital y, allí, ya atendidos por los médicos y con los medios y medicación adecuada, a los ocho días estaban todos a salvo. La plegaria había sido oída por el Divino JESÚS, que la había transmitido al TODOPODEROSO.

Adiós, hermanos de mi alma, y que Dios os bendiga a todos. —Gracias, hermano, nos agradaría conocer tu nombre.

—Mi nombre fue Salvio Martínez; mi buque, «La Estrella Matutina».



Desde La Otra Vida

Una persona espiritual debe estudiar

Tomo textual esta reflexión por que la comparto plenamente.

ES OBLIGACION DEL MEDIUM EL EDUCARSE Y EDUCAR A LAS ENTIDADES CON LAS CUALES SE RELACIONA EN SUS TRABAJOS MEDIUMNICOS DE UNA U OTRA MANERA:
Una gran mayoría de las mediumnidades en nuestros” centros espirituales criollos” viene envuelta en gran variedad de sincretismos y costumbres religiosas y africanistas que absolutamente nada tienen que ver con el sano desarrollo de la Mediumnidad. 
Eso es una realidad observada por más de treinta años como director de reuniones.
La formación del Medium Espirita debe ser sana, educada, controlada.
Por un lado el Medium no debe interferir en la comunicación de la entidad con sus ideas y costumbres aprendidas. Una combinación de Animismo aprendido en otros centros y lugares religiosos, debe respetar en lo posible la pureza de las manifestaciones del espíritu.
Pero, por el otro lado: el Medium es también un espíritu encarnado, con conocimiento adquirido a través de estudio, de experiencias en esta y en otras existencias y debe mantener un PASIVO CONTROL en las manifestaciones de algunas de estas entidades que arrastran su bagaje cultural, costumbres, etc.
O sea, el Medium no es un autómata sujeto a los caprichos de las entidades espirituales. Tiene la OBLIGACION de EDUCARSE, de ESTUDIAR, de APRENDER, para así en el intercambio con el mundo espiritual, poder ayudar a estas buenas pero ignorantes entidades que toman (de dejarlas) posesión de la mediumnidad y voluntad del médium.
Nada de innecesarias volteretas, brincos, gritos, alaridos, adivinación, trabajos materiales o cualquier otro arrastre cultural que sea tanto del médium como de la entidad manifestante.
Eduquémonos para poder ser buenos trabajadores de LA LUZ.

Con amor espiritual,
Rey Formoso

La Perfección Moral (Libro de los Espiritus)

Libro de los Espíritus - Allan Kardec
CAPÍTULO XII - PERFECCIÓN MORAL


I.- Las virtudes y los vicios

893. ¿Cuál es la más meritoria de todas las virtudes?

- Todas las virtudes poseen su mérito, porque todas son indicios de progreso en la senda del bien. Hay virtud cada vez que existe una resistencia voluntaria a las solicitaciones de las malas tendencias. Pero lo sublime de la virtud consiste en el sacrificio del interés personal por el bien del prójimo, sin abrigar segundas intenciones. La más meritoria de ellas es la que se basa en la más desinteresada caridad.

894. Hay personas que hacen el bien por un impulso espontáneo, sin que deban vencer en sí ningún sentimiento opuesto. ¿Poseen tanto mérito como aquellas otras que tienen que luchar contra su propia naturaleza y la derrotan?

- Los que no deben luchar es porque en ellos se ha operado ya el progreso. Lucharon antaño y triunfaron. Por eso, los buenos sentimientos no les cuestan esfuerzo y sus acciones se les ocurren muy sencillas: para ellos el bien ha llegado a constituir un hábito. Debemos, pues, honrarlos como a viejos guerreros que conquistaron sus laureles.

Como vosotros estáis todavía lejos de la perfección, esos ejemplos os asombran por el contraste que presentan, y los admiráis tanto más cuanto más raros son. Pero sabed bien que en los mundos más evolucionados que el vuestro es regla aquello mismo que entre vosotros constituye una excepción. El sentimiento del bien es en todas partes espontáneo, porque tales mundos sólo están habitados por buenos Espíritus y una única intención mala sería allí una excepción monstruosa. He ahí por qué son dichosos los hombres en esos mundos. Lo mismo acontecerá en la Tierra cuando el género humano se haya transformado y cuando comprenda y practique la caridad en su verdadera significación.El Libro de los Espíritus 386



895. Dejando a un lado los defectos y los vicios sobre los cuales nadie podría engañarse, ¿cuál es el signo más característico de la imperfección?

- El interés personal. Las cualidades morales son con frecuencia como el dorado que se coloca sobre la superficie de un objeto de cobre y que no resiste a la piedra de toque. Un hombre puede poseer cualidades reales que lo convierten, a los ojos de la sociedad, en una persona de bien. Pero esas cualidades, aunque sean por sí mismas un progreso, no siempre soportan ciertas pruebas, y basta en ocasiones pulsar la nota del interés personal para que el fondo quede al descubierto. El verdadero desinterés es tan raro en la Tierra que, cuando se hace presente, se le admira como a algo extraño.

El apego a las cosas materiales es un notorio signo de inferioridad, porque cuanto más aferrado se halla el hombre a los bienes de este mundo tanto menos comprende su destino. En cambio, por su desinterés prueba que contempla el porvenir desde un punto de vista más elevado.

Alba Moses